viernes, 27 de mayo de 2011

Chanquete no murió, LO MATARON

La creencia popular afirma severamente que Chanquete, el afable pescador jubilado de la hermosa localidad de Nerja, murió de manera natural al igual que a mi canario le había llegado su hora.
España entera se acongojó con tan terrible noticia y quien más y quien menos lloró como si el que se hubiese muerto fuera su abuelito. Es ley de vida declararon consternados padres a sus estremecidos hijos. Se nace para morir manifestaron abatidos sacerdotes a sus desconsolados feligreses.
Pues bien Chanquete fue asesinado, y digo bien, ASESINADO. Asesinado de la forma mas vil y rastrera de la que un humano puede deshacerse de otro humano; A disgustos.
Aquella pandilla de desalmados veraneantes madrileños capitaneados por la viuda negra y asesorados por Pancho (Yonki prematuro de Nerjeño) acabaron con la vida del amable pescador, haciendo sufrir su ya desgastado corazón a fuerza de disgustos y desazones.
Mil y una fueron las putadas que esta pandilla de enviados de la Parca le hicieron al bueno de Chanquete (Chanckett en inglés). Empezaron riéndose de su apodo, los benjamines de la pandilla constantemente le llamaban "Chancleta" mientras el viejo marino soportaba las bromas estoicamente. Martilleaban su anciana cabeza con absurdos problemas que a Chanquete se la traían floja, en pleno Agosto malagueño le hicieron subir a no se que montaña ya que uno de los indeseables niñatos se había quedado atrapado en una cueva y el resto de chicos, desconocedores del número de emergencias 112 decidieron llamar a Chanquete exponiéndose este al abrasador sol de las 4 de la tarde en Agosto.Peleas, discursiones, borracheras, absurdas competiciones, charlas interminables y demás desventuras en las que se hallaba involucrado de manera involuntaria el bueno de Chankett fueron minando paulatinamente su estado de salud.
Pero la gota que colmó el vaso fue el fracaso de su negocio inmobiliario.
Chanquete, que aparte de marino era algo pirata, negoció con un magnate del ladrillo una mas que jugosa cantidad por la venta de su terruño en el cual vivía junto a su barco. Chanquete se encontraba hasta los cojones del barco y de los calores que en el pasaba.
Cuando estaba a punto de cerrar el trato apareció esa pandilla de maleantes capitaneados por la madura desinteresante entonando el cántico "del barco de Chanquete no nos moverán". 
"De mi barco no os moveréis pandilla de hijos de la gran puta" gritaba Chanquete mientras veía alejarse al constructor talón en mano. El sueño de pasar sus últimos días de vida en un hotelito en primera linea de playa se desvanecía mientras cantaban aquellos engendros de lagarto, aquellos abortos de rata.
Su corazón no aguantó más y su miocardio se declaró en rebeldía Chanquete pereció días mas tarde.
Sus asesinos lloraron cínicamente su muerte. Chanquete los maldijo desde el cielo. DEP Chanquete.

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